Este es uno de los ejemplos de patio barroco más representativos de la ciudad ya que, pese al origen medieval del edificio, la remodelación del patio realizada a finales del siglo XVII y principios del XVIII se mantiene casi intacta.
La escalera de acceso a la planta principal, la puerta monumental y los grandes ventanales con balcones de hierro atestiguan el esplendor de la arquitectura barroca barcelonesa.